La Virgen del Mar

Amanece en Santander

Me levanto a las 7:45 tras aplazar la alarma del despertador varias veces. Tambaleante como un zombi muevo mi cuerpo hasta la cocina y empiezo a devorar lentamente el desayuno café y galletas mientras mi padre oye las noticias a un volumen insano para estas horas. Es un día cualquiera de mi vida. Cuando vuelvo a mi cuarto a prepararme la mochila de karate reparo en la cámara y pienso con tristeza "ojalá pudiera dedicarte más tiempo". Me asomo a la terraza para calzarme y observo el cielo rojo, está amaneciendo. En ese momento mi mente se despierta; que coño! voy a sacar un par de fotos antes de karate. Arranco el coche y conduzco ligero como una perdiz hacia el funicular.

La gente que me conoce sabe lo perezoso que soy y lógicamente les cuesta trabajo creer que me haya ido a hacer fotos al amanecer. El texto previo y las siguientes fotos van dedicados a ellos.

Castro Urdiales

Hora de comer

Y para bajar la comida... a saltar!








Los sacrificios




Foto de grupo al anochecer con la ciudad de fondo (Que bien lo pasamos!)

Lierganes

El hombre pez.

Esta es la antigua escuela de monjas donde estudió mi padre y mis tios. Hoy día las monjas han hecho de ella una posada pero solo dejan quedarse a la gente que cumple ciertos "requisitos monasticos", por ejemplo una pareja lo tiene chungo para quedarse aquí una noche.

Menudos maceteros!

Desde la terraza

Por la noche todo se ve diferente.

Paseo a mediodia por el puerto

A ver si poco a poco van haciendo más carriles bici y esto se empieza a parecer un poco más a Europa.

¿Por qué será que los botes más cutres y destartalados tienen mayor encanto que los recién pintados?

Estoy seguro que todos mis compañeros de carrera en cuanto contemplan la grúa de piedra recuerdan con horror la asignatura de dibujo técnico

Muchas veces que he estado agobiado por algo he soñado con echarme a la mar en un barco pirata con mis colegas e ir surcando los mares (a lo one piece). Este barco no estaría nada mal para ese propósito.